jueves, 9 de junio de 2011

Siempre puede venir algo mejor

Una sombra ingenua llena espacios con dulces palabras, mientras se pierde y enfoca su mirada en algún sitio donde nadie pueda hacerle nada. Los demás no quieren decir que muy lejos esta de ser una obra de arte; más bien parece un rejunte de líneas desdibujadas, de asimétrico contorno y ella sin decir que nota estos caracteres deformes, llora por dentro inundando los vacíos de su persona.
¡Ay que será de vos, pequeña sombrita! Si solo pudieras conocer a esa persona que te complete... Mientras tanto vas por ahí caminando sin rostro, sin fe, sin ganas. Insistís en violar al horizonte, que en su legítimo puesto te dibuja de día y de noche te esconde. De nada sirve desafiar a los dioses tratando de encontrar una jerarquía, no perpetuas tu andar y de tus lágrimas no queda rastro alguno, vos lo sabes, por eso aceptas lo que esta por venir.
Tratando de afirmar tu pulso nervioso, abrís la pócima liberadora. De repente, como por arte de magia se despliegan un par de alas majestuosas, brillantes y perfectas que te despegan con un dulce tirón del mundo al que estabas adherida, y te vas por los aires, mientras el viento te acaricia. Pensaste: ¿por qué me pasé toda la vida pegada al piso, si supe todo este tiempo que en el cielo estaba el paraíso?