lunes, 8 de abril de 2013

El inconformista crónico


Los pensamientos más inútiles (aunque también los más reveladores) nos golpean en la cara en los momentos más casuales: un viaje de regreso al hogar, cuando estamos acostados en la cama antes de irnos a dormir, incluso cuando estamos bañándonos y andamos algo apurados. Fue en una de estas ocasiones en que esta idea me tocó timbre en la cabeza, me auto diagnostiqué inconformismo crónico.
 Dado que esta no es una condición reconocida por la Organización Mundial de la Salud, o por alguna cúpula de psicoanalistas prestigiosos no veo mal haberme atribuido una enfermedad cuyo nombre no parece nada novedoso, pero como mi computadora es un mundo libre y también tengo mucho tiempo que gastar decidí ahondar más en esta condición la cual me afecta ya desde hace mucho tiempo.
Estoy muy segura que no soy la única persona la cual sufre de esta “enfermedad”, por lo cual me siento obligada a ofrecer desde mi humilde punto de vista, para la cartera de la dama y el bolsillo del caballero, una pequeña explicación de qué es esto que yo denomino “inconformismo crónico”. ¿Quién sabe? Tal vez el día de mañana esto llegue a ser un texto que los grandes sabios del futuro leerán e interpretaran o quizás sea algo que algún pelotudo encontró en internet y se puso a leer porque nadie le hablaba en el Facebook, de cualquier manera me dispongo a dedicarle unas líneas a esta enfermedad.
Ahora, vamos a lo nuestro, el nombre probablemente le diga CASI todo al lector acerca de esta condición: INCORFORMISMO CRÓNICO, dícese de la persona que no se conforma nunca con nada o ,en un lírico lunfardo, aquel que no hay garompa que le venga bien. 
¿Quiénes son aquellas personas que pueden sufrir de esta enfermedad? Todo aquel que tenga demasiadas opciones, demasiado tiempo libre, y muchas pero muchas manías. Es aquel amigo, aquel compañero de la facu o el laburo, aquel conocido al cual le preguntas: y che, ¿Cómo andan tus cosas? Y te contesta con un desanimado, y… acá ando, esa personita que siempre anda con algún proyecto nuevo para sacarse todo el aburrimiento que tiene en su mente, porque sí, algo típico del inconformista crónico es eso: SE ABURRE y cuando no tiene más porque llorar, más porque andar lamentándose es porque se compró un nuevo libro de Astrología o porque se anotó en el gimnasio, así de simple.
¿Cuáles son los síntomas del inconformismo crónico? Porque obviamente, si estas leyendo esta pavada que estoy escribiendo te anda picando la curiosidad de si vos podés ser uno de ellos o solamente sos un boludo más. Una de las cosas más comunes acerca de las personas que padecen de esta condición es que se deprimen con mucha facilidad y por cosas muy simples (y no, no me refiero al adolescente que llora porque no tiene amigos, o a aquellas personas que tienen depresión diagnosticada), siempre hay algún problemita, alguna cosita, alguna personita que les amarga la vida, pero OJO que este estado no dura mucho: al día siguiente, el inconformista encuentra una nueva manera de reinventar completamente su vida lo cual probablemente lleve a una nueva decepción porque aquella persona que padece de esto es ante todo un hinchapelotas.
No importa si te consideras una persona, inteligente, madura, responsable y centrada, el inconformismo no tiene nada que ver con esto la cosa es que simplemente no hay absolutamente nada que te venga bien, ahora si yo realmente tuviera una solución a esto probablemente estaría vendiendo libros de autoayuda o panchos, que son más o menos lo mismo.
El mediocre, en cambio, está completamente vacunado contra esta enfermedad, esta clase de personas se conforman con lo que viene. No voy a debatir acerca de si esta bien o mal ser mediocre porque de este tema no me parece preocuparme, pero si lo que vale la pena aclarar es por qué a estas personas no pueden llegar a enfermarse de inconformismo. La cosa es muy simple, el señor inconformista posee muy poca seguridad en si mismo, pero una autoestima muy alta y ¿que produce eso? Tenemos una imagen ideal de nosotros mismos a la cual queremos llegar, tenemos esa ambición de ser siempre mejores pero como no confiamos en nuestra persona siempre tenemos la ilusión de que no importa si hacemos la dieta de la luna, o nos compramos un auto 0km siempre vamos a ser los idiotas de siempre. No vale nada que usted señor lector sabio le diga al inconformista que está bien ser uno mismo, y llenarlo de cumplidos lo que realmente debería hacer es darle una palmadita en la espalda y entenderlo, ESTÁ ENFERMO.
Mis consideraciones finales serían las siguientes:
Aclarar que sí, probablemente seamos un grupo de imbéciles pero somos una especie de la cual todavía nadie ha hablado(por lo menos no en un plano teórico, hasta ahora) y que si usted conoce o es una persona afectada por esta enfermedad, sepa entender, ya va a pasar. Después de probar 500 clases de deportes, leer 1000 libros, llorar y reír unas 42.540 veces, e ir a terapia 10 años te vas a dar cuenta de que tal vez no sos ni un poco más sabio, ni siquiera un poco más lindo pero quizás llegues a esta conclusión: la única cura para la vida, es vivir. Yo la verdad no lo sé, todavía me quedan un par de años de terapia.