jueves, 18 de febrero de 2010

Vea las pequeñas cosas de la vida como si fueran obras de arte.
¡Ríase! Riase de las cosas tontas, en los tiempos duros, pero no se ría de los que están a su lado.
Festeje los logros, y sepa aceptar sus derrotas como una oportunidad para aprender algo nuevo.
 Observe los detalles sin que ello impida concentrarse en el todo de las cosas.
 Haga las cosas que le gusten sin dejar que palabras ajenas le impidan disfrutar de eso que lo hace sonreír.
Saber que no hay reglas que le impidan pensar u hablar de lo que le parezca siempre y cuando teniendo en cuenta que la única pauta es la de no herir al otro.
 Viva cada etapa de su vida a pleno, ya que no se repetirán, pero no se desanime que cada parte le deparara nuevas sorpresas.
Pero lo más importante es que no busque felicidad, que no busque catalogar su vida en, fui feliz, soy feliz, o nunca fui feliz, no soy feliz. Sino que vea su vida, y se esbose en su cara una sonrisa, porque sabe que vivió como quería vivir, que no se perdió de nada.

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